En El Salvador existen muchos jóvenes que tienen el espíritu emprendedor, la creatividad y las ganas de impulsar sus propios negocios; muchos de ellos solo necesitan encontrar el apoyo para que sus sueños se conviertan en realidad y ser parte del desarrollo económico de sus familias y de El Salvador.
Cinco jóvenes emprendedores, que forman parte del programa de Jóvenes de Fundación Telefónica, se han convertido este año en los ganadores de capital semilla para hacer realidad su sueño de tener un propio negocio, todo gracias a su esfuerzo y sus deseos de ser un agentes de cambio para nuestro país, y gracias al apoyo de Fundación.
Edwin Carias es uno de estos jóvenes. Residente en Sonsonate, Edwin aprendió de su padre los conocimientos sobre la apicultura, mientras lo acompañaba de pequeño a trabajar en la agricultura y corta de caña; jornadas que Edwin repartía entre el trabajo de casa y sus estudios. En esos tiempos aprendió sobre cómo criar y cuidar abejas, así como a comercializar su producto: la miel.
Con el tiempo obtuvieron la primer colmena de abejas, tiempo durante el cual Edwin finalizó con mucho esfuerzo el bachillerato. Pero Edwin quería continuar formándose y aprender más, por lo que se inscribió en diferentes cursos, entre ellos orientación para el empleo y fibra óptica; pero su mayor anhelo es estudiar una carrera técnica. Uno de los últimos cursos que tomó fue el de emprendedurismo, y fue aquí donde presentó su proyecto, ganador de capital semilla.
Edwin sonríe, y afirma que está feliz ya que esto no solo le ha permitido sobrevivir para terminar sus estudios y servir de modelo a otros jóvenes de la comunidad, sino que ahora ha iniciado su negocio de apicultor en pequeña escala y está dedicado a la producción de miel dentro su zona.
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Los otros ganadores del capital semilla otorgado por Fundación fueron los hermanos Zulma y Douglas Hernández, que viven también en la zona de Sonsonate. Su madre siempre se ha dedicado a la venta en el mercado, al cultivo de maíz y frijol, y desde hace dos años comenzaron a cultivar jícama, trabajo realizado por toda la familia en búsqueda del crecimiento económico.
Los hermanos Hernández están estudiando actualmente una carrera universitaria, y participando al mismo tiempo en diferentes cursos como Ofimática básica y curso de emprendedurismo, porque para ellos continuar preparándose es parte de sus sueños. Además, con el capital semilla ganado han arrancado con su negocio de cultivo de jícama.
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Eliseo, de Usulután, es otro joven que desde pequeño ha ayudado a su madre y a su padre, quienes venden fruta en el mercado.
Tras finalizar bachillerato con el apoyo de Proniño, un programa de Fundación Telefónica, Eliseo se graduó de bachiller y al poco tiempo comenzó a participar en los cursos que ofrecía Fundación Telefónica para los jóvenes, entre ellos el de orientación para la vida, computación básica y un curso para aprender a ser DJ. Este último curso se lo logró costear por él mismo.
Pero este año se le presentó la oportunidad de participar en el curso de emprendedurismo, impartido en Sonsonate, y la distancia no fue impedimento para asistir, lo que le dio frutos al resultar ser uno de los cinco ganadores. Eliseo es un joven que no le teme a los fracasos y se ha trazado como meta salir adelante a pesar de las limitantes que ha tenido, como vivir cerca del río Lempa, una zona que se inunda con frecuencia en la estación lluviosa.
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Daniel, también de Sonsonate, siempre trabajó en la corta y cuido de cañales junto a su familia desde muy pequeño. En el programa de Jóvenes fue coordinador de la escuela a la que asistía y participó en el curso de emprendedurismo presentando el proyecto de apertura de una pequeña librería. Con el capital semilla que obtuvo hoy ha instalado esa pequeña librería en su casa, y ha hablado con las escuelas cercanas para ofrecer sus productos y expandir su negocio para poder ayudarle a su familia. Daniel le da las gracias a Fundación Telefónica por creer en ellos y en sus proyectos presentados.
Para Fundación Telefónica este no es el final de esta historia, sino solo el principio, ya que su meta es continuar despertando la creatividad en todos los jóvenes para que puedan desenvolverse en su entorno local, se empoderen y desarrollen competencias que les permitan no solo salir adelante junto a su familia, sino también a impulsar sus comunidades y defenderse en el mundo digital. Porque Fundación Telefónica cree en los jóvenes, y está segura de que despertando ideas se despierta el futuro.
¿Tú tienes alguna idea para tu futuro? Compártela con nosotros y ayúdanos a compartir con todos estas experiencias de éxitos.